Entre invierno, bienvenido.
Ya sé que viene dispuesto a dejarse
el frío en este pueblo,
por eso mismo le invito.
Cuanto antes se lo gaste,
antes plegará la sinrazón
y las cortinas, siempre rebeldes,
suplantarán a los cerrojos.
Usted, con su persistencia anual,
me mantiene extranjero.
Para mí es más agradable poder pertenecer
y no tener que empezar otra vez a explicar
por qué le estoy abriendo esta maldita puerta.
Por eso le salgo al encuentro y le llamo,
para poder decirle cuanto antes ¡adiós!
y ver cómo se le derriten las bragas a su hembra,
la bella de intachable conducta,
y cómo las flores de plástico hacen el ridículo
y los termómetros,
teniendo una fuente o un bar a mano,
se vuelven inservibles.
Por eso mismo,
para que usted no sea más que
una visita puntual y corta,
y mis amigos
y el verano
y yo
una pedaleable continuidad.
2 comentarios:
ja ja vaya pinta de globero, esta foto me la guardo para cuando tenga que recordartela
Publicar un comentario