Hay historias que te devuelven la confianza en la humanidad en estos
días sombríos. Si además se convierten en una creación artística de
primer orden ya estamos hablando directamente de milagro. Es lo que
ocurre con Ciao Pirla!, el documental de 75 minutos sobre la emotiva peripecia de un hombre
que carga las cenizas de su padre en el manillar de su bicicleta y
pedalea en 12 días los 1.369 kilómetros entre Barcelona y el pueblo
italiano donde nació el progenitor, Desio, al lado de Milán, para acabar
depositándolas en el lago de Como.
Ese hombre que acomete el singular viaje es, para mayor interés, un
personaje bien conocido de nuestro panorama musical, Oscar D'Aniello, ex
Mishima y cantante de la banda barcelonesa Delafé y Las Flores Azules,
con canciones como la romántica Mar, el poder del mar, Ciudadanos de un lugar llamado mundo, la tan hermosa Como loco o las de la banda sonora de Yo soy la Juani.
El documental que tuvo su première ayer en los Verdi y en
Apolo, es una sorprendente y extraordinariamente conmovedora mezcla de
aventura y reto personal, ciclismo (una pasión de D'Aniello), música
(asistimos a la grabación del cuarto álbum de la banda, De mí sin tí, y se escuchan los temas), y, sobre todo, amor filial.
Durante el camino, que es todo un itinerario iniciático, con alegrías
y tristezas, en el que el protagonista abre progresivamente su alma
mientras pedalea, se van produciendo diversos encuentros con ciclistas
profesionales —el pentacampeón del mundo de Mountain Bike, Josep
Hermida, Joaquim Purito Rodríguez, ganador de una etapa del
Tour...— que escoltan un tramo a D'Aniello en su trayecto conversando
con él sobre el deporte y la vida.
Ayer al presentar el documental, que no tiene fecha de estreno
comercial pero que acompaña en DVD al nuevo disco del grupo, (a la venta
el 12 de marzo). D'Aniello explicó cómo perdió a su padre a causa de un
cáncer durante el proceso de creación del disco y cómo esa pérdida ha
impregnado todas las canciones. El músico había adquirido billetes de
tren para viajar con su padre enfermo a la localidad natal de este, a
fin de que pudiera despedirse de sus familiares. La muerte truncó el
proyecto pero D'Aniello se juramentó para llevar las cenizas con sus
piernas. Al conocer la idea, muchas personas le apoyaron y surgió la
idea del documental, dirigido por el colectivo Los Cafeteros. “Cuando
nos explicó lo que iba a hacer, alucinamos y empezamos una cruzada para
financiar el proyecto”, explicó Carlos Sánchez-Llibre, uno de los
directores y productor. Los beneficios del documental son para la ONG
Pallapupas.
Un equipo de rodaje viajó con el músico ciclista y le brindó apoyo y aliento. Ciao Pirla!
(por el saludo que solía lanzar el padre), arranca con los
preparativos, el apoyo de su pareja, Helena Miquel, el productor musical
Paco Loco o los entrañables tíos italianos; luego sigue a D'Aniello,
desde el primer paso, bajando las escaleras de casa bici al hombro, en
su odisea intercalando escenas de antes y después y flash backs
de la vida del cantante. Es todo de una sencillez y autenticidad
maravillosas. El viaje, que incluye el esforzado paso de varios puertos
de los Pirineos y los Alpes, está plasmado en unas imágenes de enormes
calidad y hálito poético que se potencian con las canciones y los sueños
y recuerdos del cantante. A medida que se acerca el final, la
intensidad de las emociones crece hasta casi el desbordamiento.
D'Aniello llegó el 18 de octubre de 2012 a Como y hundió su bicicleta entera en las calmas aguas del lago.
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