domingo, 14 de noviembre de 2010

LAS REFLEXIONES DE PERICO

NI BLANCO, NI NEGRO Y SÍ DEMASIADOS GRISES

Retomo esta sección, que la tenía un poco olvidada, para ‘dar con el mazo’ al señor Pat McQuaid. Que ¿Quién es este señor? Para mi, el centro de todos los problemas de dopaje que vive el ciclismo. Su cargo es ser el presidente de la Unión Ciclista Internacional. Su función, 'echar balones fuera’, como lo demuestra su manifestación durante los Mundiales de ciclismo de Geelong, acusando a España que «debe admitir que hay un problema con el dopaje». Que curioso, sólo en el ciclismo, pues las otras federaciones internacionales no dicen nada, ni siquiera viven internamente tantos sobresaltos en este tema. ¿No será un problema específico del ciclismo y sus responsables? Toda esta historia del dopaje no deja de ser para muchos, una artimaña para meter miedo a equipos y ciclistas, contra las grandes vueltas y mantenerse en el centro del poder.

La UCI con los resultados de los miles de controles antidopaje que se hacen al año, tiene potestad de tomar decisiones arbitrarias, ya no hay muchos resultados positivos en sí mismos, ni negativos. Ni blanco, ni negro y sí, demasiados grises, en una frontera que dejan a muchos productos sin tener claro que son.

La falta de definición para saber cuando se es positivo o no, no depende en ocasiones de que aparezca un producto en la orina o en sangre del deportista, pues la UCI ha creado una lista de sustancias específicas, que no son positivos en sí y que necesitan de un informe posterior para deliberar, si debe ser sancionable o no, si hubo intencionalidad de doparse o no (este es el caso de los corredores del Xacobeo en la pasada Vuelta a España). Todo esto que parece muy razonable internamente, deja de serlo cuando alguien se dedica a filtrar las noticias (caso parecido el de Contador) y se empieza a dar ‘carnaza’ a la prensa y a la opinión pública contra el corredor. Tal vez, luego no pasará nada o será una sanción pequeña, porque no er para tanto, pero todo el mal ya está hecho. El ESCÁNDALO en el ciclismo ha vuelto. Se ha vuelto a poner en entredicho a este deporte y a los corredores. Los ciclistas afectados quedaran marcados de por vida, olvidándonos de su presunción de inocencia, del esfuerzo y la honorabilidad del deportista.

McQuaid que preconiza por una mayor profesionalidad del sector y critica a los ciclistas su poca disponibilidad para ‘arreglar’ este problema, resulta que esa falta de responsabilidad no la guarda su propia gente. El ciclista se entera antes por los medios de comunicación de un posible positivo, que por una notificación formal. En un deporte que cualquier sospecha de dopaje es tratado como si fuese un positivo, la UCI debería cuidar con sumo mimo este aspecto, para apaciguar las aguas tan turbulentas. Por ese motivo, la UCI debería ser la primera en dar ejemplo de profesionalidad y evitar estos desmanes que solo pasan en este deporte. Y menos echar las culpas a otros, que así no se va ninguna parte, el problema está en nuestro tejado, no en el del vecino.Si uno da positivo, que lo sea, sino, que no aparezca y evitar tantos ‘grises’. No sólo esto, además debe resolverlo en cortos plazos, para tranquilidad de todos (corredores, equipos, carreras y aficionados) y no alargarlo meses o años como está pasando.

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