sábado, 27 de febrero de 2010

PEREIRO LIMA ASPEREZAS CON SU BICICLETA





REALIZÓ UN TEST BIOMECÁNICO PARA CORREGIR PROBLEMAS DE ACOPLAMIENTO COMO LOS DERIVADOS DE SU DESVIACIÓN DE COLUMNA

Eddy Merckx llevaba consigo una llave allen del 5. Y ajustaba constantemente el sillín. Ahora un poco más arriba. Después un poco más abajo. Así repartía molestias entre una y otra pierna. Más tarde, ya retirado, descubrió que tenía un fémur más largo que otro y que moviendo una cala su tortura hubiera sido menor. Lo supo gracias al estudio del doctor Andy Pruitt, el creador del BG FIT, la prueba que realiza la marca Specialized para que el acoplamiento de corredor y bicicleta sea perfecto. Ahora le toca a Óscar Pereiro. El ciclista se somete al test realizado por Carlos Arrebola durante unas dos horas y media en la tienda Que Bici, en Vigo.

Primero, Pereiro realiza un parte de guerra, enumerar sus lesiones, sus problemas físicos. Doble rotura de la clavícula izquierda. Fractura del brazo izquierdo. «La típica chepa de ciclista, en lenguaje común», como recuerda el gallego. Y escoliosis, porque tiene una desviación en la columna. «Vamos, que estoy para el arrastre», bromea Pereiro. No todo son peros. El corredor pasa con nota la evaluación de flexibilidad.

El ciclista pasa al rodillo. Dos cámaras toman imágenes frontales y laterales de Pereiro que se graban en un ordenador. Se toman como referencia unas pequeñas marcas colocadas en lugares clave del cuerpo del deportista. En la pantalla serán puntos que se podrán unir con líneas para ver posibles desvíos en el movimiento del pedaleo. El diagnóstico es claro. «La escoliosis se reproduce en la bici. No se sienta cuadrado en el sillín porque tiene más adelantada la cadera derecha que la izquierda. «En las cronos es impresionante cómo se nota», apunta el mosense. «El sillín es más estrecho de lo que le correspondería, con uno más ancho el problema se corregiría algo», dice Arrebola. Para centrar a Pereiro en el sillín, Arrebola mueve la cala de la zapatilla derecha. «Intento retrasarle esa cadera para que se iguale con la otra», explica.

Pedaleo casi lineal

Además, Pereiro mete un poco las rodillas en el pedaleo. La corrección en este caso se realiza con una cuña de un milímetro y medio de ancho integrada en la suela de las zapatillas.

Los expertos de Specialized destacan lo largo que va el corredor, ya que la distancia que va desde la punta del sillín hasta el centro del manillar es de 60 centímetros. Demasiado. Pero Pereiro ya ha intentado cambiar y no se acostumbra. «Si esto lo hubiera hecho cuando era juvenil... », se lamenta. Lo mismo pensó Merckx.

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