Crónica 24doce.

Todo el año deseando que llegara la dichosa carrera y un rato antes de empezarla, ya estaba deseando que se terminara, es la carrera mas dura y larga del año, no solo por la dureza del calor, kms, horas pedaleando… sino por los preparativos y la presión que este año llevábamos encima, dicha presión nos la pusimos nosotros desde principios de año, es “la carrera marcada del año”.

El año pasado sin ir a hacer nada importante, nos encontramos con un segundo puesto que nos supo a gloria, sufrimos, pero al final pudimos defenderlo y subimos al podium, este año, teníamos el listón alto de mejorar el puesto del año pasado, nada podía salir mal pero….

Rebobinando…..Basado en hechos reales…tirirín…

El día amaneció fresquito, a las 7:30h ya estaba despierto, desayunando mi cola-cao y preparando el trono para apoyar mis posaderas y “darlo todo”, no hay nada como salir de casa con la tarea bien hecha…

Recogí a “la niña de mis ojos” y cargamos todos los trastos en el coche, parecíamos una familia de moros dirección Gibraltar (salá maricón), joer cuanto trasto!!!.

Después de dejarnos la espalda, los brazos, los huev.. etc etc transportando los puñeteros cacharros a la carpa (aparcamos donde da la vuelta el viento a la derecha) vemos que Domin, Fer, Javi y Ana ya tenían montado todo (muchas gracias), no faltaba de nada, este año la verdad es que estábamos un poco faltos de sitio (comparado con el año pasado) pero al final nos supimos acoplar bastante bien al hueco que nos dio la organización.

No se lo que me pasaba, pero empecé a sudar como un gorrino, los sudores parecían pequeños afluentes que recorrían mi cabeza, ¿nerviosismo? ni idea, solo se que cuando estaba limpiando mi bici y se le explotó la rueda trasera a Javi casi me cago en el culotte, a los pocos segundos, eso ya no eran afluentes, eran ríos de sudor con charco incluido, empapado estaba ya antes de empezar.

Reparamos la rueda de Javi presagiando mala suerte para nuestro grupo, “bien empezamos…” nos decíamos mientras nos reíamos…

Preparamos la estrategia, planeamos hacer relevos de 2 vueltas al circuito, mas o menos cada hora nos cambiábamos el chip que contaba el tiempo, con esto nos asegurábamos que las vueltas las íbamos a hacer rápidas sin bajones, a consta de descansar menos….

Bueno pues empieza el cotarro:

Javi sale en el primer relevo a todo trapo a hacer sus dos vueltas, hacemos el cambio de chip muy rápido en la zona de transición, me veo con fuerzas y meto el plato grande, hago toda la primera parte del sendero al lado del río a toda leche, cruzo el río y sigo con él metido a pesar de los repechos que había, lo sigo arrastrando hasta la primera cuesta larga y dura, ahí meto mediano y sigo para arriba con una buena cadencia, no paro de adelantar gente y sobre todo, ¡que calor hace!.

Subo la carretera desmembrada y sigo apretando diciéndome “no te flipes que te queda mucho”, yo ni caso, antes de terminar la subida ya había metido otra vez el plato, hago la bajada del Open de Madrid apurando cada curva, gustándome (cuando me suelo gustar es cuando viene el hostión por flipao) bajo y subo las escaleras, llaneo con un montón de piedras y vuelta a subir, unos 2 kms de subida larga, pegajosa y repleta de gente, lo paso mejor de lo que creía y ya toca bajada hasta meta, apuro lo que puedo pero me llevo algún susto ya que el terreno está demasiado seco, aún así me puede el ansia de sacar un buen tiempo por meta y sigo apretando, doy otra vuelta más y volvemos a relevarnos.

A las dos horas de carrera aparecemos segundos, joer!, vamos bien, esto nos anima a apretar mas y sobre todo a sufrir por algo…

Después de cada relevo me sentía como un corredor de la World cup o Copa del Mundo, mimado al 100%, en cuanto salía de la zona de transición ahí estaba ella como un clavito, siempre con su sonrisa y su alegría, mi niña, para llevarme la bici, acompañarme a la carpa, ponerme las piernas en alto para que se recuperen antes, darme agua fresquita, prepararme lo que quisiera de comer y darme besitos, vamos que yo solo tenía que estar despierto para no dormirme en la carpa y dar pedales, todo lo demás lo ponía ella.

Pasamos por las horas de más calor y notamos que los tiempos ya no son buenos, como siempre el calor hace estragos entre nosotros, ya contábamos con esto así que tampoco le dimos mucha importancia, a medida que iba anocheciendo nos íbamos encontrando mejor, los tiempos iban saliendo, sudábamos menos y terminábamos mas enteros en cada relevo.

Llegó la noche, dichosa noche, la oscuridad, sentirte solo, las alimañas, los cocodrilos, las serpientes… y lo peor de todo, que en cada curva te espera un hostión con tu nombre, ¿desesperante?, SIIII.

En las clasificaciones íbamos pasando de primero a segundo y de segundo a primero en cada actualización, los Vascos no nos dejaban de achuchar hasta el último momento (los vigentes campeones del año pasado), teníamos que apretarles nosotros e intentar mantenerlos segundos.

Decidimos que las dos últimas horas de carrera íbamos a hacer el relevo en cada vuelta y creo que esa decisión fue acertada, no descansábamos mucho (media hora mas o menos) pero haríamos las vueltas mas enteros y sobre todo mas rápidas, había que jugársela, nos llevábamos tan poco tiempo con el equipo Vasco que en la zona de transición nos relevábamos casi iguales.

Nerviosito en la zona de transición vi como el equipo Vasco no podía dar la última vuelta por falta de tiempo para completarla, nosotros a igualdad de vueltas teníamos la vuelta rápida así que le dije a Javi por el Walky talkie (estaba haciendo el último relevo) que se relajara y no arriesgase, con llegar nos valía, esto ya estaba acabado, ahí es cuando vi que habíamos ganado, en cuanto llegó Javi de terminar su vuelta nos fuimos a celebrarlo a la carpa, joer, habíamos ganadooo!!!!

Después de la rueda de prensa y la firma de autógrafos jejjejeje nos fuimos con nuestros premios (un poco escasos para la rozadura que tengo en el ojete) cada uno a su casita a contarles a nuestras familias con pelos y señales la victoria del año.

Ahora viene la parte más importante de esta crónica:

Dar las gracias a mi compi de viaje, Javi, un máquina y un seguro de vida en estas carreras, a Ana, Carlos, Fer y Domin por su apoyo, carpa, comida, ánimos… y sobre todo a Yoli, a la cual le dedico la victoria por su inagotable energía, ella tiene el 70% de culpa de esta victoria y sin ella os aseguro que hubiese petao y estaría todavía buscando el coche por el campo para volverme a casa.

Saludos a todos!!!!